El amargo de la semilla de limón mordida
Como montar en un oso con atuendo sadomasoquista en el carrusel
Como la voluptuosidad del pan recién horneado, pero el aroma de las flores frescas y la delicadeza de la fosforescencia radiactiva
Como el oído atento del psiquiatra que no juzga (pero sí cobra)
Como el viento tímido de la mañana y las primeras caricias del sol
Como la piedra rosetta con sus mensajes crípticos buscando ser descifrados
Como la frescura del algodón y la suavidad de la likra
Como la brevedad de febrero
Como el calor seco sofocante del verano, con lluvias esporádicas, pero al fin un clima tormentoso
Como las subidas escapadas, difíciles pero fascinantes. Iridiscentes y extenuantes
Como el horizonte que espera pero reta, la noche que cae y enfría pero tiene estrellas
El helixir más puro y mortal, pero débil por que no planea asesinar
Como el camino sin fin que acaba en el primer café
Como la caricia del águila, el tacto del elefante. la agudeza del topo, el encanto del ratón.
Como cuando uno quiere pero no a la vez
Como el rocío matinal de un alba calurosa moreliana de primavera severa y rancia
Como el respiro que da el arcoíris en una tarde gris
Como las letras de Shakespeare, Verne, Cohelio, Amarus, Baldor, Noah Gordon, Jeffrey Archer, Pero, Hawking, Sagan, Hemingway, Kafka, Murakami y Ravinovich, todos en uno
Como quien dice, así como digo una cosa, digo otra
Como muchos quisieron y no se atrevieron
Como el otoño inclemente con el inicio de la decadencia refrescante andante anhelante latente cambiante acechante
Como la sensación más profunda después del primer roce de la yema de los dedos sobre el cuerpo
Como el olor del café de la mañana pero a mediodía
Como la cosa más delicada que no se rompe ni a martillazos
Como la cebolla, calabacitas, birria, chilaquiles, pollo frito o cocido, lechuga, manzana, arúgula, arándanos y fresas, huachinango y atún, agua de limón con chía y solo un par de servilletas
Como la profundidad del océano servida en una galleta untada
Como la risa de la hiena y el bebé y el político y el políglota y el confundido apenado que ríe de nervios
Como la verdadera madre amamantandora que no sabe fingir desapego y es recia y segura solo para alguien que no es ella misma
Como el color de las cosas que no se notan, y el brillo escandaloso de las lentejuelas coloridas
Como los 80s, como los 90s
Tan común que desaparece, tan especial escuece.
Así es ella
Y la detesto.